En 2001, imágenes satelitales detectaron una enigmática "anomalía térmica" en un volcán inexplorado en los confines de la Tierra. Lo que yace en su interior podría ofrecer nuevas pistas para anticipar erupciones volcánicas en todo el mundo. Sin embargo, la isla es tan remota y las condiciones son tan extremas que nadie ha logrado llegar a la cima para investigar lo que alberga en su interior.