Tristán es un escritor frustrado que vive de redactar frases inspiradoras en sobrecillos de azúcar. Su rutinaria vida da un vuelco cuando acepta, bajo misteriosas circunstancias, transportar el cadáver congelado de su conflictivo hermano Simón desde Asturias hasta Benidorm, para cumplir su último deseo: ser enterrado en la casa donde crecieron.