Fran y Eddie son dos gángsters de poca monta que pretenden vender una maleta repleta de droga. Para ello, han preparado un encuentro con un comprador en una peluquería abandonada a las afueras de la ciudad. Las cosas tomarán un giro imprevisible cuando uno de ellos entre en el baño y se encuentre inmerso en un viaje temporal. El otro, por su parte, iniciará un meta-viaje por la propia película. Este es el punto de partida de una de las comedias españolas más sorprendentes de los últimos años, adaptación del montaje teatral de la compañía Sexpeare que causó sensación en la cartelera madrileña a principios de la pasada década. Todo un viaje, desde luego.