Ubaldo necesita dinero desesperadamente para pagar el tratamiento de su padre adoptivo. Es un banquero incapaz de recordar su infancia y de repente recibe una herencia que cambiará su vida para siempre. Se marcha a Cratará, en pleno desierto del noreste, donde se convertirá en el líder de un grupo de bandidos implacables para continuar con el legado de su padre biológico, un mítico canganceiro.