Habiendo llegado a las afueras de Philadelphia, Miles se las ingenia para convencer a los rebeldes de que él les puede entregar la cabeza de Monroe. Ellos aceptan trabajar con él y se aventuran a los subterráneos de la ciudad. Por la falta de oxígeno comienzan a alucinar. Deberán vérselas con un traidor en sus filas. Charlie aprende porqué Miles abandonó la Milicia Monroe. Por otra parte Rachel accede a construir una máquina para recuperar la energía, pero Neville comienza a dudar de sus intenciones.