En el año 44 antes de Cristo, Bruto y los conspiradores logran su objetivo y asesinan a Julio César, marcando el comienzo de una serie de incontables intrigas políticas y amorosas que condicionarán el futuro del Imperio Romano. Los ciudadanos de Roma se ven abocados a nuevas alianzas y a graves aprietos mientras Marco Antonio intenta reclamar el poder y los soldados Lucio Voreno y Tito Pullo se enfrentan a su nuevo destino.