Ya los cristianos del siglo cuarto creían que comer demasiado podría enviarte al infierno. Durante la Edad Media, los teólogos creían que había siete maneras de cometer el pecado de la gula, desde "comer demasiado" hasta "comer demasiado delicadamente". Los cruzados lucharon contra el pecado desde ayunos religiosos hasta la prohibición.