Una agente de la CIA llamada Naomi encuentra un archivo que detalla la implicación de Madeline Pierce con la División y se lo entrega al director de la CIA, Morgan Kendrick. Cuando Kendrick es asesinado poco después, Amanda inculpa a Sean del asesinato y la CIA lo pone bajo custodia. Nikita promete a Alex que liberarán a Sean e idea un plan que podría salvarle o costarle la vida.