Jones deja a Amanda en el banquillo y retoma las riendas de la operación. Llama a Nikita y le ofrece a ella y a todo el equipo total libertad borrando sus identidades y fingiendo sus muertes si abandonan la misión. El equipo aterriza el avión en una apartada pista de Pakistán, pero cuando el zar antidroga local y sus hombres asaltan el avión y exigen diez millones de dólares, Nikita llama a Alex para pedirle el dinero. Después de que Alex saque diamantes de una caja de seguridad para pagar a los insurgentes, Sam ve una oportunidad de recuperar sus pérdidas y se plantea robar los diamantes. Mientras tanto, Michael se encuentra cara a cara con un viejo adversario, Ramón, que enfrenta a Michael con algunas duras verdades.