Típico, tópico restaurante americano. Un hombre de unos 50 años (siempre el mismo) un misterioso personaje sentado en una mesa, con una libreta encima, delgado, de ojos claros y barba de dos días… podría ser cualquiera pero es alguien único, pues tiene el poder de otorgarte aquello que más deseas. A cambio sólo tienes que hacer lo que él te pida. Y si lo logras, si cumples su encargo, entonces obtendrás tu premio… así que pide lo que quieras… ¡Ah! Y no olvides formular bien tu petición para que no se vuelva contra ti. Una persona (diferente en cada episodio) entra por la puerta y se le sienta enfrente. Charlan durante 20 minutos. Final del capítulo. The Booth at the End no solamente es rara: es corta, es buena, es sencilla, es endemoniada. Con el diálogo como única arma (la acción siempre se desarrolla en la cafetería).