Sara Aguilar recobra su libertad luego de permanecer cinco años en prisión, pero el mandatario de la Republica luego de una petición de su secretaria privada Berta Aguilar, hace que condenen a Sara a 25 años de prisión. De este modo la Señora Acero cae en una profunda depresión causada por los resentimientos de su hermana y las ambiciones políticas de un presidente corrupto.