Tras un largo periodo en Italia para finalizar sus estudios, Rafael Brull regresa a la localidad valenciana de Alcira para hacerse cargo de la empresa familiar, dedicada al cultivo y comercialización de naranjas. En su camino de vuelta, Rafael se cruzará con una enigmática mujer de la que se enamora al instante. Meses después, la muerte de su padre, quien había sido Alcalde de Alcira, obliga a Rafael a emprender su carrera política.