El 24 de marzo de 2015, el vuelo 9525 de Germanwings experimentó un descenso pronunciado y se estrelló en los Alpes franceses, durante un vuelo entre Barcelona, España y Düsseldorf, Alemania, matando a las 150 personas a bordo. La investigación concluyó que el accidente fue un acto de suicidio-asesinato por parte del copiloto.