El 12 de agosto de 1985, el mamparo de presión posterior de un Boeing 747SR operando como el vuelo 123 de Japan Airlines se reventó, destruyendo el estabilizador vertical y cortando los 4 sistemas hidráulicos de la aeronave. Alternando el empuje de los motores, la tripulación mantuvo la aeronave en vuelo durante 32 minutos hasta que rozó el monte Takamagahara y se estrelló, matando a 520 de las 524 personas a bordo. El accidente fue causado por una reparación deficiente al mamparo tras haberse dañado por un golpe de cola 7 años antes.