Humberto, lleno de celos por el amor no correspondido de Natalia, decide llevársela en un coche a algún lugar extraño en la oscuridad de la noche. Ella le pide que la deje en paz, y que supere el beso que se dieron una vez, pero Humberto se niega a dejarla ir. Ella intenta escapar, dejando caer unas tijeras de su mochila, pero Humberto y sus amigos Joaquín y Nicolás la atrapan. Humberto, lleno de ira, le saca los ojos a Natalia, y la mata clavándole las tijeras. Joaquín y Nicolás están impresionados por el suceso. Humberto aconseja a Joaquín que lave su coche y se deshaga de todas las pistas. Sin embargo, cuando va a hacerlo, el fantasma de Natalia aparece y tras reprocharle su complicidad lo mata. Humberto, al saber que Joaquín está muerto, decide darse un baño, pero Natalia aparece de nuevo y comienza a quemarlo con agua a temperatura muy alta, para después ahogarlo en la tina. Ahora Nicolás se encuentra solo en su cuarto, a oscuras, y Natalia aparece detrás de él, preguntando, como a los otros: ¿"Por qué lo hiciste, Nicolás"?, a lo que él responde: "Yo no hice nada!!". Natalia le reprocha: "¡Exacto, tú no hiciste nada, y ese es el problema!", y luego presiona los ojos de Nicolás. Éste, asustado, reacciona y se da cuenta que es un sueño, así que llama a su madre diciéndole que prenda la luz. Su madre entra a su cuarto y lo hace, pero Nicolás insiste en que prenda la luz. Entonces la madre se da cuenta que Nicolás ya no tiene ojos.